Con el paso de los años, la humanidad ha ido experimentando una serie de cambios que han supuesto una mejora en la eficacia y eficiencia de los dispositivos usados tanto por organizaciones como por particulares. Puede ser el caso de Internet de las Cosas (IoT, Internet of Things), una red de objetos que se conectan entre sí e intercambian datos a través de Internet mediante sensores y APIs. Tal es la evolución de este fenómeno que, para el año 2025, se calcula que existan una media de 4 dispositivos IoT por persona.
Pero este crecimiento trae ciertas consecuencias que pueden no ser beneficiosas. Un ejemplo de ellas podría ser la sobrecarga y gestión de datos en la nube. Los IoT agrupan gran cantidad de información que es enviada y posteriormente procesada en centros de datos. Esto provoca que los usuarios se vean influenciados, en cierto modo, por el tipo y calidad de conexión que poseen.
En consecuencia, surge el edge computing. El edge computing hace referencia a la ejecución de procesos o gestión de datos en la ubicación física de un dispositivo o fuente de datos. De esta forma desaparece la necesidad de enviar los datos a la nube, acelerando los procesos y el acceso a la información para ofrecer servicios más veloces y eficientes. Además, se convierte en proceso más confiable y seguro, ya que se elimina la necesidad de enviar datos a través de la red.
Una vez hemos conocido en qué consiste, podemos nombrar 3 diferentes ventajas del edge computing:
Pero, ¿Dónde podemos ver el edge computing? Ejemplos de edge computing.
Para saber dónde puede aplicarse el edge computing, podemos observar diferentes dispositivos usados en la actualidad. Estos tienen la necesidad de procesar los datos de manera local e inmediata, ya que si se transmitiesen a un centro para procesarlos la latencia alcanzaría unos niveles demasiado altos. A continuación, vemos unos ejemplos:
Diferencia entre cloud computing y edge computing.
Mientras que el cloud computing es la tecnología que permite un acceso de forma remota a los softwares, almacenamientos y procesamiento de archivos y datos mediante la red, vemos que el edge computing ofrece un servicio más inmediato a un coste más reducido de manera local.
Llegados a este punto, podemos afirmar que, con el paso del tiempo, el uso del edge computing cobrará mayor importancia. ¿Significa esto que el edge computing reemplazará el cloud computing? Hay quien afirma que no será así exactamente. Por un lado, podemos observar que la UE estima que en 2025 tan solo el 20% de las instalaciones informáticas serán centralizadas, siendo un 80% del total dispositivos que usen el edge computing. No obstante, se cree que, aunque gran parte del procesamiento y la toma de decisiones inmediatas se realicen en el dispositivo, se seguirá necesitando de una nube centralizada que guarde la información más relevante y pesada.
Y tú, ¿crees que el edge computing reemplazará totalmente al cloud computing? Haznos saber tu opinión en los comentarios.
La automatización industrial es el uso se sistemas o elementos informatizados y electromecánicos para controlar maquinaria y procesos industriales reduciendo al mínimo la intervención humana en las tareas más repetitivas, peligrosas o de alto esfuerzo físico liberándose para desarrollar tareas de mayor valor añadido. Los procesos automatizados incorporan sensores y activadores que ejecutan las órdenes de los dispositivos de control midiendo variables como temperatura, posición, presión, etc.
Con la llegada del Internet de las Cosas (IoT, del ingles, Internet of Things), el número de elementos físicos informándose entre sí se han multiplican. La comunicación maquina a maquina es más precisa, haciendo que funcionen de forma colaborativa y armónica en el desarrollo del proceso o productos industriales.
Además, la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en la automatización ha permitido que las máquinas aprendan (Machine Learning), reconozcan el entorno y tomen decisiones. Con la automatización inteligente, las maquinas son capaces de predecir los fallos (analítica predictiva), evitar riesgos y realizar procesos de ajustes y mantenimiento por sí mismas (deep learning).
Gracias a la incorporación de sensores, es posible monitorizar todo el proceso automatizado a través de interfaces HMI (Human Machine Interface). Los antiguos paneles con luces parpadeantes actualmente son interfaces más amigables y el diseño de los dispositivos rugerizados (tablets, portátilesy estaciones de trabajo) más avanzados, son capaces de actuar en las condiciones más extremas de agua, polvo, temperatura, humedad, etc.
Sin emabrgo, en la industria 4.0 el interfaz puede ser la propia realidad en la que se maneja el operario. Con la aparición de la realidad virtual y la realidad aumentada se puede interaccionar tanto en espacios simulados como sobre la imagen real. De esta forma, la interacción con la maquina es mas intuitiva y natural, reduciéndose la necesidad de capacitación especializada o la presencia de personal experto.
Por otro lado, la nuevas tecnologías vestibles (EPI) -como las gafas inteligentes o pantallas integradas en los cascos- permitirán interaccionar con las maquinas manteniendo libres las manos para operar directamente los elementos físicos. De esta forma, los tiempos de formación son reducidos.
Actualmente, los robots incluyen sensórica, visión e Inteligencia Artificial, que les permiten colaborar con personas sin barreras y sin riesgos. Incluso en entornos complejos de producción ya están trabajando en el desarrollo de robots vestibles: un nuevo modelo de robot que proporciona en su esqueletos a los trabajadores industriales, facilitando el trabajo de tareas complejas aumentando su productividad y evitando lesiones.
Fuente: industriaconectada40.gob.es
Internet de las cosas (Internet of Things ó IoT) es un concepto creado por Kevin Ashton, que se refiere a un ecosistema en el que los objetos cotidianos están interconectados a través de Internet.
Para un usuario promedio el Internet sigue siendo un concepto asociado a la idea de los ordenadores interconectados, y así era en el pasado, incluso a principios del siglo. Sin embargo se están produciendo avances importantes que ya están cambiando este concepto. Cada vez son más los dispositivos y máquinas conectadas al Internet y cada vez ganan más independencia.
Potencial escondido en datos
El nombre «Internet de las cosas» puede crear confusión, ya que realmente no se refiere a las cosas en sí, sino a los datos que se podrían obtener gracias a la conexión de las cosas con Internet. Dicho en otras palabras, el potencial que esconden estos datos.
Gracias al sistema RFID (siglas de Radio Frequency Identification, es decir, «identificación por radiofrecuencia»), bastará con integrar un chip de pocos milímetros en cualquier objeto del hogar, del trabajo o de la ciudad para poder procesar y transmitir información a partir de él, constantemente.
¿SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL?
El objetivo final de IoT sería hacernos la vida más fácil a los humanos, ya que las cosas interconectadas podrían comunicarse no sólo con nosotros, sino también entre sí, facilitando la información necesaria sin tener que interferir nosotros y agilizando así las tareas cotidianas. El listado de posibles aplicaciones es interminable, estos son algunos ejemplos destacados para el uso de Internet de las Cosas en el futuro más próximo:
1.- Hogar inteligente o la casa de mañana.
La automatización del hogar ya no es sólo una fantasía sobre un futuro lejano. El frigorífico inteligente que controla la caducidad de los productos, sugiere las recetas, o incluso puede hacer la compra de los productos que se agotan por Internet ya es una realidad. En poco tiempo la domótica permitirá controlar desde cualquier dispositivo electrónico el funcionamiento del hogar:
2.- Smart city o ciudad inteligente.
Este concepto smart city significa el desarrollo de la infraestructura urbana apoyada en las nuevas tecnologías, desarrollo sostenible y mejor gestión de los recursos disponibles que tiene como objetivo un aumento de calidad de vida de sus ciudadanos:
Cabe mencionar que en este caso no sólo se trata de algo deseable, sino necesario, ya que según las previsiones en los próximos 30 años la mayoría de la población mundial vivirá en las ciudades, lo que implicaría una serie de cuestiones difíciles de ignorar, como la seguridad, el tráfico urbano, las emisiones de CO2, atención médica o aprovisionamiento de bienes y materias primas.
3.- Salud y bienestar.
La conexión de los sistemas sanitarios con los aparatos médicos optimizarían el flujo de la información, permitiendo personalizar la experiencia del paciente, e incluso hacer posible un cuidado remoto mejorando así su calidad de vida. Puede que este avance tarde más tiempo en llegar, ya que supone una gran inversión. En cambio los productos de cuidado personal inteligentes, como cepillos eléctricos con conexión vía Bluetooth o dispositivos que registran la actividad física en tiempo real ya son una tendencia.
4.- Educación del futuro.
La aplicación de los avances de IoT facilitaría un aprendizaje más eficiente, permitiría estudiar desde cualquier sitio a través de la educación digital y ayudaría a la investigación.
5.- Industria y manufactura inteligente.
La automatización de la producción será posible gracias al control remoto de la cadena de producción y aplicación de los robots ensambladores. Es podría facilitar las tareas de mantenimiento, gestión de los activos de producción y responder de forma más rápida a la demanda de los productos fabricados.
Estas son tan sólo algunas propuestas para el uso de Internet de las Cosas, sin embargo existen muchos más sectores, como financiero, energético, digital, transporte o control medioambiental, donde IoT en los próximos años se volverá imprescindible.
La pregunta no es si llegará, sino cuándo.
De momento existe un cierto grado de desconfianza y preocupación por el control que podría suponer este avance, sin embargo el futuro se está acercando cada vez más, a paso tranquilo, pero constante.